Descubrir esta comarca como peregrino o como visitante es sentir los pasos que ha perfilado el Camino a lo largo de la historia. El Camino de Santiago es una ruta bien señalizada para que el peregrino pueda disfrutar de lo que va descubriendo a lo largo de su caminar. En cascos urbanos la señalización se basa en una concha y unas placas, mientras que en los senderos abundan las flechas amarillas.
La desembocadura del Bidasoa en la bahía de Txingudi será el único contacto con el Cantábrico y sus aguas que tendrá quien camina. A partir de ahora, comienza un recorrido por pueblos del interior de Gipuzkoa, sorteando transversalmente varios valles y ascendiendo a pequeños montes como Santiagomendi, que nos brindarán fantásticas panorámicas de la orografía vasca.
Partimos del puente de Santiago sobre el río Bidasoa, para tomar a la altura de la feria de muestras, el paseo Real Unión que conduce hasta la calle Santiago y por ésta a la iglesia de Nuestra Señora del Juncal.Desde allí, ascendemos hasta la plaza San Juan Harria, frente al ayuntamiento.
Por el Paseo Colón parte el enlace que conecta con el Camino de la Costa. Nosotros continuamos por la calle Mayor para dirigirnos por la avenida Elizatxo, al barrio de Landetxa-Ventas. Justo antes del albergue municipal, seguimos a la izquierda la calle Belitz, que asciende y cruza el puente sobre la autopista. Pasando junto a varios caseríos, avanzamos junto a una regata que poco después cruzaremos por un pequeño puente.
Cruzamos la carretera y frente al hotel encontramos un camino que baja hasta el fondo del valle y después asciende hasta encontrar una pista cementada que seguimos a la derecha. Tras un pronunciado descenso llegamos hasta el barrio principal de Oiartzun, Elizalde.
Tras atravesar el núcleo principal de Oiartzun, alcanzamos el barrio de Iturriotz. Recorremos la calle principal y seguimos por una pista de cemento, hasta salir por una senda que desciende hasta una regata que atravesamos por dos pequeños puentes. Ascendemos pasando un caserío hasta un collado y descendemos después hasta alcanzar el caserío Sorozarreta. Cruzamos un camino de cemento para continuar por el carretil de enfrente, y tras un corto descenso comenzamos a ganar altura hasta el caserío Oiartzabal.
Por el probadero de bueyes tomamos la pista que conduce al caserío Manisene. Rodeamos la colina de Imia por la derecha y ascendemos por el antiguo camino a la ermita de Santiagomendi, importante referencia jacobea en lo alto de la colina, con espléndidas vistas.
Descendemos hasta el parking y tomamos a la izquierda una estrecha carretera que conduce al repetidor de la colina contigua, dando comienzo al descenso pasando junto a varios caseríos y el convento de las Agustinas y seguimos perdiendo altura hasta alcanzar Astigarraga.
El Camino sigue por la izquierda para alcanzar el barrio de Ergobia y seguidamente cruzar el río Urumea. Continuamos por el paseo Zubigain hasta un polígono, donde pasando bajo la vía férrea, accedemos al barrio de La Florida y ascendemos hasta la plaza Zinkoenea, ya en el casco de Hernani.
El comienzo del Camino de la Costa no puede estar más cargado de simbolismo: arranca en el puente de Santiago de Irun, que salva la frontera natural del río Bidasoa, o en Hondarribia, si se quiere cruzar en barca desde Hendaia. Esta primera etapa es una perfecta síntesis de las constantes que se hallarán a lo largo de todo el trayecto: cordilleras montañosas junto al mar como en el caso de Jaizkibel o Ulía; desembocaduras que hay que sortear como la de la ría de Pasaia; senderos con excelentes vistas sobre el litoral, pueblos marineros como Hondarribia y un colofón ideal, San Sebastián.
Tras cruzar el puente, tomamos el carril-bici que sigue el curso de la ría hasta la calle Santiago. Giramos junto a la iglesia N. Sra. del Juncal y seguimos por las escalinatas que nos llevan hacia la plaza del ayuntamiento. Seguimos a la derecha para continuar por el Paseo Colón y la calle Hondarribia hacia Mendelu. Tras pasar el puente de Amute, seguiremos por un camino vecinal hasta la ermita de Santiagotxo.
Por la calle Santiago nos dirigimos a la zona vieja y ascendemos a la plaza de Armas, frente al castillo. Bajamos por Kale Nagusia para pasar bajo la puerta de Santa María y seguir a la derecha hasta alcanzar una rotonda junto al humilladero de Santa Engrazia. A la derecha, ascienden unas escaleras empedradas que desembocan en un camino vecinal hasta la ermita de Santiagotxo.
El Camino continúa por una carretera entre caseríos. Poco antes de alcanzar un albergue privado tomamos el camino que asciende hasta la ermita de Guadalupe con unas vistas imponentes sobre la bahía de Txingudi. Junto a ésta se encuentra el fuerte del mismo nombre, una de las construcciones defensivas más bellas de Gipuzkoa.
Tomamos la pista forestal que parte frente al santuario para rodear el monte Jaizkibel por su ladera sur. Aunque algunos peregrinos optan por seguir esta pista a media ladera, las vistas que ofrece Jaizkibel desde las alturas bien merecen el esfuerzo de seguir el Camino oficial. Éste se inicia en fuerte ascensión, para luego unir, por el cordal cimero, los torreones construidos durante la segunda guerra carlista.
Tras comenzar a perder altura, alcanzamos un collado y tomamos a la izquierda el camino que desciende a la pista que habíamos dejado tras pasar Guadalupe. Una flecha indica el desvío al albergue de Pasaia, pero continuamos descendiendo por el Camino oficial que se dirige a Lezo.
Al llegar a Lezo, bajamos la calle Auñamendi y cruzamos la Plaza Saldise y la carretera para subir a la Plaza donde está la basílica del Santo Cristo, famosa por albergar un Cristo imberbe. Subiendo por la calle Mayor nos dirigimos hacia Pasai Donibane.
En Pasai Donibane recorremos su pintoresca «única calle», y tras pasar junto a la casa de Victor Hugo llegamos a un humilladero, frente al que tomaremos la barca que cruza a San Pedro.
Una vez cruzada la bahía, seguimos a la derecha hacia la bocana del puerto para pasar junto a la Factoría Marítima Vasca Albaola, donde se puede visitar en directo la construcción de una réplica de la Nao San Juan del siglo XVI. Al final del paseo alcanzamos unas viejas escaleras hasta el faro de Senolozuloa, con unas inmejorables vistas de la bocana del puerto.
Tras pasar un cruce, en el que seguimos por la izquierda, llegamos a un camino vecinal, giramos a la derecha y continuamos hacia el parque de Ulía. Al entrar en el parque comenzamos el descenso por cómoda pista para girar bajo la curva de la carretera, hasta que San Sebastián aparece ante nuestra vista. Después, en el primer cruce, giramos a la derecha para descender por una empinada cuesta, por la que llegaremos a la playa de Zurriola. Tras pasar del edificio Kursaal y cruzar el puente de Zurriola, llegamos al Boulevard donostiarra.
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