De puente a puente del Bidasoa

De puente a puente

CUERPO DE GUARDIA DEL BIDASOA

EL BIDASOA, PRISMA DE UNA FRONTERA

El Cuerpo de Guardia del Bidasoa nos muestra el punto de vista fronterizo de este Irun por el que paseamos. Y nuestro querido río nos marca el inicio de este viaje fascinante, por el que nos lleva un camino, que se va abriendo a nuestra ciudad.

El origen de este edificio se remonta al año 1841, cuando el general Baldomero Espartero, regente de España, decretó el traslado definitivo de las aduanas interiores a la costa y la frontera. En Irun, mediado el siglo XIX, tras las primeras sedes aduaneras -ubicadas en la plaza San Juan y en la calle San Marcial-, se construyó un puesto del Cuerpo de Carabineros, a orillas del Bidasoa: la Casa de Guardia, que tenemos ante nuestros ojos.

Julián de Angulo -comandante de Infantería y capitán del Cuerpo de Ingenieros- firmó, en 1850, el proyecto del edificio original, en el que destaca su fachada neoclásica. Ésta fue construida con piedra arenisca, procedente de la cantera de “Eskela”, en Jaizkibel -la misma que, un siglo antes, se utilizó para levantar el Ayuntamiento de Irun-.

Remodelado y ampliado en 1952, y tras las nefastas consecuencias de la humedad en su planta semienterrada -que lo llevaron al desuso-, el edificio retomó su imagen original en 2016, gracias a una exhaustiva reforma, que lo ha convertido en un espacio de encuentro para las personas mayores de Behobia.

PRIMER PUENTE DE BEHOBIA

EL BIDASOA, PAISAJE DE UNIÓN

El puente de Behobia nos muestra el punto de vista cosmopolita de este Irun por el que paseamos. Y nuestro querido río marca ese punto de cohesión entre países, culturas, personas… que da forma a la personalidad de nuestra ciudad.

En las diversas interpretaciones atribuidas al origen de la palabra “Behobia” (vado de abajo, vado de las yeguas…), observamos cómo “vado” es el término siempre presente. Del latín            “vadus” -lugar con fondo firme, llano y poco profundo, por donde se puede pasar andando, cabalgando o en algún vehículo-, el vado de Behobia fue el acceso natural principal para cruzar la frontera.

A raíz de la Guerra de la Convención (1793-1795), se construyó el primer puente de Behobia. Una pasarela de madera, destruida en 1808 y sustituida por otra, durante la Guerra de la Independencia -que se mantuvo en pie hasta 1813-. Esta última fue reemplazada, una década después, por un nuevo puente.

Mediado el siglo XIX, se realizó un hermoso puente de madera -financiado por las dos naciones que unía-, sustentado sobre bases y pilares de piedra, aún hoy visibles con marea baja. Este puente sirvió para el tránsito de personas y mercancías hasta el año 1971 (fecha en que, setenta metros aguas arriba, fue inaugurado el actual).

ISLA DE LOS FAISANES

EL BIDASOA, UN HORIZONTE PARA LA PAZ

La Isla de los Faisanes nos muestra el punto de vista pacífico y de unión de este Irun por el que paseamos. Y nuestro querido río envuelve este simbólico pedazo de tierra, como un alto en ese camino, que se abre a nuestra ciudad.

Se trata del condominio territorial más pequeño del mundo -cuya jurisdicción compete seis meses a España y otros seis, a Francia-. El 7 de noviembre de 1659, fue testigo de la firma de la “Paz de los Pirineos”. Con ella, las Coronas española y francesa -representadas por Luis Méndez de Haro y el cardenal Mazarino- pusieron fin a su enfrentamiento, consecuencia de la Guerra de los Treinta Años.

Con este “Tratado”, se dibujó un nuevo mapa europeo y se pactó el matrimonio entre Luis XIV -el Rey Sol de Francia- y María Teresa de Austria, hija de Felipe IV. El afamado pintor Diego Velázquez se ocupó de la decoración del pabellón español. El pintor francés Carles Le Brun plasmó el fastuoso ceremonial en una serie de célebres tapices.

En la Isla de los Faisanes, nunca han habitado estas aves… Una de las teorías, sobre su nombre, cuenta que proviene de los “faisants” (campesinos que drenaban los juncales para cultivar en las orillas).

ANTIGUO CUARTEL DE OSINBIRIBIL

EL BIDASOA, PERSPECTIVA DE PROTECCIÓN

El antiguo Cuartel de Carabineros de Osinbiribil nos muestra el punto de vista del cuidado de este Irun por el que paseamos. Y nuestro querido río nos muestra un camino plagado de historia, que va formando el hoy de nuestra ciudad.

El Cuerpo de Carabineros fue un cuerpo armado, creado en 1829, cuya misión era la vigilancia de costas y fronteras y la represión del fraude fiscal y el contrabando. A este Cuerpo, pertenecía la antigua casa de Santiago. Durante el transcurso de la Segunda Guerra Carlista (1872-1876), este edificio fue ocupado y fortificado, con el objetivo de controlar los pasos del Bidasoa, ante posibles incursiones carlistas.

Tras la guerra, el emplazamiento del fuerte fue devuelto a los Carabineros, que mantuvieron en esta zona de Osinbiribil su cuartel, hasta septiembre de 1936 -fecha en la que se quemó, a causa de los combates de la Guerra Civil que allí acontecieron-.

El paso de los años, sólo nos permite observar las ruinas de este antiguo fuerte, que aglutina años de historia a sus espaldas. Su planta rectangular y sus seis metros de altura -ahora sin cubrir- presentan vanos bien distribuidos, pero muy deteriorados. Es nuestra imaginación la que nos va a permitir ver un magnífico edificio de época, de dos alturas y con una probable gran luz interior. Frente a él la isla de Hirukanale que, junto a Galera y Santiagoaurre, forma el conjunto de las Islas del Bidasoa.

SANTIAGO MARINERO

EL BIDASOA, UNA MIRADA HACIA OIASSO

El “barrio” de Santiago nos muestra el punto de vista romano y marinero de este Irun por el que paseamos. Y nuestro querido río nos descubre un camino hacia el “Mar Externun”, por el que navegó la historia de nuestra Oiasso.

Hasta finales del siglo XIX, esta zona estaba rodeada de canales de agua. Existían un amplio estuario e instalaciones portuarias, cerca de la iglesia parroquial del Juncal. Estos muelles fueron variando de posición, tramos sucesivos del canal de Santiago fueron colmatados y, a ambos lados, se construyeron viviendas. Así, se formó la actual calle Santiago -en la que podemos apreciar el estilo marinero de las casas más cercanas a la trasera de la parroquia-.

Ya en 1992, gracias a las obras realizadas en la zona para la construcción de un colector en el subsuelo, un grupo de arqueólogos halló un gran número de restos arqueológicos de gran valor histórico. Y como punto fuerte, un muelle romano, el segundo descubierto en el mundo, después del de Londres (Londinium).

El descubrimiento del puerto romano de Oiasso -fundado entre los años 70 y 120- nos dio a conocer Irun, como una verdadera “civitas” vascona. Una ciudad marinera, situada en un enclave que ya entonces constituía una frontera, en la que se construían barcos y se pescaba con red, anzuelos y reteles. En la actualidad, podemos disfrutar de gran parte de sus vestigios en el Museo Oiasso.

HISTORIA DE LA FAMILIA GAL

EL BIDASOA, EL ENFOQUE DEL ESFUERZO

Historias, como la de la familia Gal y el deporte, nos muestran el punto de vista tenaz de este Irun por el que paseamos. Y nuestro querido río nos muestra ejemplos de sueños perseguidos y logrados, a lo largo de un camino abierto a nuestra ciudad.

El histórico “Stadium Gal” -inaugurado en 1926, con un partido entre el Real Unión y el FC Barcelona- se construyó gracias a la donación de Salvador Echeandía Gal. Salvador era hijo de Genaro Echeandía (antiguo alcalde de Irun) y Luisa Gal (mujer emprendedora y adelantada a su tiempo), quienes regentaron una ferretería y una agencia de aduanas, a la vez que procuraron a sus doce hijos la más esmerada educación.                               

Salvador Echeandía Gal, persona de gran talento y talante innovador, fundó, entre otras empresas, la “Perfumería Gal” (por entonces, líder nacional del sector). Asimismo, constituyó en Irun, la fábrica auxiliar de la misma, bautizada como “Lore Bat”, junto a la que, con otros socios, creó la firma “Porcelanas del Bidasoa”.

Su ejemplo constata el triunfo de la educación, la cultura y la tenacidad, también plasmadas en el espíritu deportivo, que inunda el lugar en el que nos encontramos. Así, además del fútbol, otras disciplinas, como el ciclismo -el estadio fue dotado de un velódromo, inaugurado en 1950, en el que compitieron relevantes deportistas-y el piragüismo, han sido y son grandes protagonistas.

LAS AGUAS DEL BIDASOA

EL BIDASOA, UN CAUDAL DE POSIBILIDADES

Ancestrales actividades nos muestran el punto de vista del Bidasoa, como fuente de recursos de este Irun por el que paseamos. Y nuestro querido río nos transporta -con su polifacético caudal-, a través de un medio clave en nuestra historia.

A lo largo de los siglos, muchos tipos de embarcaciones han surcado las aguas del Bidasoa. Las “gabarras” y, algo más ligeras, “alas” fueron las más numerosas y fundamentales para el transporte fluvial de grava y arena del fondo del río, minerales, productos del campo, etc. Asimismo, existían “chalantas”, “ugaricas”, “lanchas”, “botes”… básicas, para el acarreo de mercancías y personas, así como para el ejercicio de la pesca.

Esta actividad resultó fundamental para la subsistencia de nuestros antepasados. En un informe fechado en 1785, se nombra a numerosas especies, presentes en las aguas del Bidasoa: desde el cotizado salmón, hasta lubinas, platusas, truchas y albures.

Hasta la construcción de los puentes internacionales, el tránsito de personas hacia Francia se efectuaba a través del río. Por ello, en Irun, existieron numerosos embarcaderos o “puertos”. Los de mayor entidad -puntos obligados de salida y llegada de viajeros- fueron los ubicados en Behobia, tras la iglesia, y en el lugar en el que actualmente nos encontramos.